lunes, 25 de febrero de 2013

Los informes de RSC de las eléctricas europeas no son transparentes

El 20 de diciembre de 2012, la organización sin ánimo de lucro holandesa SOMO (Centro de Investigación sobre Empresas Multinacionales) publicó su informe
 "Uso de la Iniciativa Global de Informes (Global Reporting Initiative) en Memorias de Sostenibilidad de las empresas eléctricas europeas",
que mostraba que las compañías eléctricas son mucho menos transparentes de lo que dicen.

Dos estudios independientes sobre los informes GRI de las empresas eléctricas han llegado exactamente a las mismas conclusiones que la investigación de SOMO, explica esta última en una nota de prensa.
Global Reporting Initiative (GRI), una organización sin ánimo de lucro apoyada por la ONU, ha respondido que ellos sólo dan recomendaciones, y que la responsabilidad es de las empresas.
SOMO realizó una investigación a fondo en veinte compañías eléctricas europeas siguiendo la forma de actuar de la GRI, y descubrieron que existen grandes diferencias entre la información que las empresas eléctricas decían haber aportado voluntariamente en los informes GRI sobre aspectos sociales y ambientales, respecto a la que realmente habían aportado.
Hacia finales de 2012, dos proyectos de investigación independientes, llevados a cabo por la Universidad de Economía de Viena y por Transparencia Internacional, llegaron exactamente a las mismas conclusiones que SOMO, obteniendo los mismos porcentajes y errores.
"Las discrepancias e imprecisiones muestran que este sistema voluntario no está funcionando bien",
afirma el investigador de SOMO Joseph Wilde-Ramsing, que considera que los informes deben ser obligatorios y las instrucciones para rellenarlos más precisas.
Imprecisiones

El estudio, según resume ComunicaRSE, pone de manifiesto que los nuevos inversores en el sector eléctrico, incluyendo las compañías chinas y los fondos de capital privado, tienen informes de sostenibilidad de mala calidad.
De los 73 casos en los que una empresa alegó haber completado «plenamente» la información sobre un indicador, se encontraron 44 discrepancias. El indicador que registró el mayor número de discrepancias era el relacionado con la situación laboral de los trabajadores en las empresas subcontratadas.
De las 17 empresas que decían seguir la Guía GRI, SOMO encontró discrepancias en 11 informes. Y justamente las seis que eran coherentes, eran las que no pretendían dar información exhaustiva. El que mucho abarca, poco aprieta.
Las empresas con más discrepancias fueron EVN (Austria) y Gas Natural Fenosa. Además, SOMO encontró discrepancias en empresas que habían sido auditadas por una consultora externa.
La respuesta de GRI
La organización Global Reporting Initiative ha respondido a estas críticas subrayando que ellos sólo hacen recomendaciones sobre cómo deben hacerse los informes, y que es responsabilidad última de las empresas ser coherentes con su compromiso.
También recuerda que tienen su propio sistema de comprobación de que la información proporcionada es correcta, y que en esos casos se lo comentan a las empresas para que la mejoren, pero insiste en que la responsabilidad final es de las compañías.