Cuando en el momento de entrada al sueño aparecen contracciones musculares no reprimibles por el control voluntario, que se caracterizan por ser breves, rápidas e inesperadas, y que a veces afectan al cuerpo entero y producen sensación de caída al vacío o de tropiezo, hablamos de mioclonías de adormecimiento.
Si la sacudida muscular es masiva y brusca puede llegar incluso a despertarnos. Los expertos calculan que este fenómeno fisiológico afecta a 7 de cada 10 personas en algún momento de su vida. Ocurre siempre antes de las fases de sueño superficial, sueño profundo y REM, que se repiten cíclicamente a lo largo de la noche.