jueves, 7 de febrero de 2013

Vitamina D y omega-3 contra el Alzheimer

La vitamina D y el ácido docohexaenoico (DHA), del tipo omega-3, mejoran la capacidad del sistema inmunológico para limpiar las placas amiloides que se depositan en el cerebro de los pacientes con enfermedad de Alzheimer, según revela el último estudio de un equipo de investigadores de la Universidad de California (EEUU).

En su trabajo, que se publica en la revista Journal of Alzheimer Disease, los científicos han identificado los genes y las redes de señales reguladas por estos elementos, que a su vez controlan el proceso de inflamación y la eliminación de β-amiloide, el principal componente de las placas seniles que se acumulan en las personas con la enfermedad.
Para ello, los científicos aislaron los macrófagos de una serie de muestras de sangre tomadas de un grupo de personas afectadas de Alzhéimer. Los macrófagos son un tipo de células del sistema inmune que se ocupan de `limpiar' los productos de deshecho en el cerebro y en otras partes del organismo. Dichas células fueron incubadas con β-amiloide, el compuesto formador de placas. Al día siguiente se añadieron formas activas, tanto de la vitamina D3 como del DHA, y analizaron su efecto sobre la inflamación y la absorción de β-amiloide.
Los resultados indicaron que ambos compuestos mejoraron la capacidad de los macrófagos para `engullir' al β-amiloide, y además se inhibía la muerte celular que suele causar este elemento. Por otro lado, cada molécula usaba diferentes receptores y vías de señalización para llevar a cabo esta tarea.
Sin embargo, aún quedan muchos pasos por dar en la investigación. Estudios previos han identificado dos grupos distintos de pacientes con la enfermedad. Sus macrófagos expresan genes inflamatorios diferentes, y por tanto el efecto de la vitamina D y el omega-3 sobre dichas personas podría ser diferente en función del grupo afectado.
"es necesario equilibrar cuidadosamente la administración de suplementos con vitamina D3 y omega-3 en función del paciente",
explica Milan Fiala, uno de los investigadores.
"Pero este es un primer paso para comprender en qué forma y en qué pacientes estas sustancias nutricionales pueden funcionar mejor".