Si tienes la suerte de encontrar un vómito de ballena de casi tres kilos, como le pasó a Ken Wilman, puedes conseguir por él 157.000 dólares (115.000 euros). No es broma. Es una de las sustancias más codiciadas del planeta y se usa... ¡para hacer perfumes!
Se conoce en realidad como ámbar gris y es una secreción que produce el estómago de los cachalotes cuando tratan de ingerir alimentos demasiado duros. A veces esta secreción es expulsada en el mar y pasa varios días a la deriva, expuesta al sol y los elementos. Durante su viaje se transforma en una sustancia de olor dulzón y textura cerosa que es muy codiciada por los fabricantes de perfumes.
La pieza que encontró Ken Wilman mientras paseaba a su perro por una playa del reino Unido, por ejemplo, pesaba 2,7 kilos y un vendedor francés le ha ofrecido por ella casi 115.000 euros. Su elevado precio hace que muchos se refieran a la sustancia como el "oro flotante", a pesar de sus origen tan poco glamuroso.