lunes, 4 de marzo de 2013

Lanzan un prototipo de móvil cuya batería aguanta una semana

Es un mal endémico. Los móviles modernos son cada vez más potentes, con pantallas más grandes y ofrecen un rendimiento que, poco a poco, va invadiendo el ámbito de otros dispositivos, como las cámaras compactas; o incluso en algunos casos, supliendo en lo básico el uso de los ordenadores. Pero hay un enemigo al que la industria todavía no ha logrado hacer frente: el equilibrio entre ligereza y un tamaño compacto con un rendimiento de la batería aceptable.

Es la pescadilla que se muerde la cola: uno se siente cada vez más cómodo con todo el jugo que ofrece el dispositivo, pero a medida que lo usa más, la batería va menguando. Esta 'racanería' obligada podría ver pronto su fin al fructificar en un prototipo que ha sido mostrado, casi de forma clandestina, en los pasillos del Mobile World Congress: todo un Android con pantalla 'e-ink'.
Es cierto que no se trata del primer experimento que combina las pantallas de tinta electrónica, pero la novedad reside en que el prototipo presentado en Barcelona llevaba Android en sus entrañas, y por lo que se ha podido apreciar en la demostración, el rendimiento resulta bastante aceptable tratándose de una versión inicial.
Las ventajas de la tinta electrónica¿Por qué resulta interesante la tinta electrónica en un 'smartphone'? Los usuarios de lectores de libros electrónicos conocerán bien las ventajas (e inconvenientes) de esta pantalla. Pero realmente la trascendencia de este prototipo llega con las ventajas: estamos ante un Android que cuenta con una duración de batería cercana a una semana. Olvídese de cargar el 'smartphone' todas las semanas y de tener que llevar el cargador en los viajes.

Por otro lado, las pantallas de tinta electrónica ofrecen, además de un escaso consumo de batería, una lectura en el exterior muy superior a las convencionales. No hay reflejos ni brillos. Pero lo que es una ventaja por un lado, se convierte en inconveniente por otro: los usuarios de la 'e-ink' deben asumir un tiempo de refresco mucho más lento, olvidarse de ver vídeos o asumir que ahí no hay colores. Sin embargo, la interfaz dispuesta en el prototipo ofrece un rendimiento más que aceptable tratándose de una primera versión del modelo.
El último argumento de peso de esta opción tecnológica va a ser sin duda el coste: se espera que el dispositivo salga a la venta libre -sin contratos de permanencia- por 150 euros, todo un argumento para los que no quieran complicarse la vida y opten por un móvil duradero.
No será un 'smartphone' de masas, pero sí una excelente opción para los que quieran un móvil versátil, sin grandes compromisos en lo que toca a rendimiento, y deseen olvidarse de andar buscando enchufes a la desesperada.