domingo, 20 de febrero de 2011

El samurai que luchaba contra las sombras


En ocasiones un escenario de teatro tiene sus limitaciones.
Algo que en una pantalla de cine sería muy sencillo de exponer al espectador, como una lucha contra una criatura fantástica e imaginaria… pues a un par de metros de los espectadores no resulta ni tan fácil ni tan realista. Sobre todo si lo que se trata de escenificar es la lucha de una persona armada con una katana contra una sombra protéica y multiforme, que tan pronto es un punto como un objeto indeterminado proyectado hacia el actor como se divide en dos, rasgado por el acero, como se transforma en una bandada de pájaros.
¿Cómo llevar esta fantasía casi incorpórea a la realidad de un escenario teatral? Con imaginación, talento, habilidad… y un proyector.