El universo de las máquinas de vending es prácticamente infinito. Incluso con sus propias galaxias y constelaciones.
Están las máquinas expendedoras de bebidas, de comida, de tabaco, de golosinas, de pequeños juguetes para niños (y no tan niños), las que sirven para hacerte una foto de la que años (incluso a la mañana siguiente) te arrepentirás… y luego están las máquinas recreativas, que esas también tienen lo suyo. Pero vamos a hablar de un integrante de esta familia algo particular porque le inspira un cierto ánimo docente. RoboPutt tiene como misión enseñarte a jugar al golf.
Roboputt es un dispensador automatizado de lecciones de golf.
Consta de una imprescindible alfombra verde a modo de césped y un soporte que sujeta el palo de golf. En el lateral un monitor te proporciona información sobre tus progresos, en caso de haberlos, que no hay que olvidar la definición del golf según Forges: “deporte consistente en introducir una bolita en u agujero utilizando para ello un instrumental y una técnica completamente inadecuados”.
Por el precio de una pelota de golf recibirás una lección de 5 minutos en la que el brazo robótico te ayudará a perfeccionar tu swing. Tan solo tienes que agarrar correctamente el palo y acompañar con tus brazos el movimiento automatizado del mismo. La idea es que tus músculos adquieran una “memoria cinética” acostumbrándose a la combinación de movimientos robotizados y así cuando llegues al green todo sea más sencillo y dejes de ser un peligro en el club de golf.
La parte más interesante de la máquina es un pequeño dispositivo denominado DiGi que se acopla al palo. Su función es captar información sobre cómo se golpea en el campo para posteriormente transmitirlo inalámbricamente al RoboPutt para ayudar a cada usuario a corregir de manera individualizada sus golpes.
