jueves, 22 de septiembre de 2011

El destino no está escrito en los genes

Estudio demuestra que las mutaciones epigenéticas pueden surgir en personas y otros organismos, y extenderse rápidamente por poblaciones.
Un código oculto vinculado al ADN de las plantas permite desarrollar y transmitir nuevas características biológicas mucho más rápido de lo que hasta ahora se creía. Se trata del código ‘epigenético’ vegetal, que es mucho más flexible y que se podría extrapolar a los humanos, según recogen las conclusiones de un estudio pionero realizado por el Instituto Salk de Estudios Biológicos, en Estados Unidos. La investigación, liderada por el profesor de Biología Molecular y Celular, Joseph Ecker, demuestra que no toda la información de los seres vivos se encuentra en los genes.
Si bien la investigación se ha limitado a una sola especie de planta llamada Arabidopsis thaliana, el equivalente a la rata de laboratorio del mundo vegetal, los resultados insinúan que los rasgos de otros organismos, incluidos los de los seres humanos, también podrían estar influenciados enormemente por mecanismos biológicos que los científicos están ahora empezando a comprender.
"Nuestro estudio demuestra que no todo está en los genes",
ha señalado Joseph Ecker, profesor en Salk de Biología Molecular y Celular de laboratorio, y director del equipo de investigación.
"Hemos encontrado que estas plantas tienen un código epigenético que es más flexible y más influyente de lo que imaginamos. Es evidente que hay un componente hereditario que no acabamos de entender. Es posible que los humanos tengamos un mecanismo epigenético igualmente activo que controle nuestras características biológicas y se pase a nuestros hijos",
comenta Ecker.