Un equipo de la Universidad de Oslo y el Hospital Nacional de Noruega que hace unos años ya crearon un sistema parecido, pero que no dio los resultados esperados.
Esta vez su medidor de glucosa a partir de sudor utiliza un sistema de 3 electrodos mucho más preciso y que funciona con corriente alterna, lo cual facilita la medición de los niveles del cuerpo.
Todo apunta a que este sistema podría sustituir perfectamente a los actuales ya que no necesita de costosas tiras y no es necesario agujerear al paciente para sacarle sangre, o zumo de tomate para los aprensivos.
Ahora mismo se encuentra en las pruebas clínicas y además están comprobando otras utilidades para su sensor como el estudio del síndrome de la fatiga crónica y los sudores nocturnos.
Además creo que España debería aportar algo a este proyecto con nuestros amplios recursos naturales, es decir, con Camacho y sus enormes pozos sobaquiles, que probablemente suponen el 73% del PSB (producto sudoril bruto) del país, es que quien viera los partidos de Camacho, sabe perfectamente de lo que hablamos.
