La compañía Total Immersion, centrada en el desarrollo de la realidad aumentada desde su fundación en 1999, está apostando duro para que esta tecnología forme parte de nuestra vida cotidiana.
Junto con Intel quieren dar el paso de que sus funciones y características formen parte del hardware, de manera que estén incluidas como instrucciones dentro de sus procesadores.
Una financiación de 5,5 millones de dólares por parte de Intel este marzo podría suponer el inicio de un camino común para que ambos hagan realidad el hecho de que se transfieran los tediosos cálculos y funciones a una solución por hardware.
De esta manera, la implementación por parte de los desarrolladores sería mucho más sencilla ya que podrían centrarse más en el qué y no en el cómo. Aparecerían estándares que podrían extenderse a todos los dispositivos.
Y de hecho no sólo Intel está interesado, también lo están Google y Qualcomm, por lo que pueden que de aquí a 2 o 3 años, las funciones de realidad aumentada en cualquier ordenador, smartphone o tablet sea algo habitual.
¿Será posible un futuro en el que ver duendes y elefantes voladores no sea algo fruto de las sustancias alucinógenas y que para interactuar con el móvil parezca que estemos jugando al Twister?
