Desde que SuperNanny puso de moda enviar a los niños conflictivos al rincón de meditar toda casa que se precie necesita de un lugar como este para ubicar a los vástagos más rebeldes.
Lo que no podemos hacer pero es aplicar los castigos desproporcionadamente ni sin ecuanimidad, y si enviamos a nuestro niño diez minutos a reflexionar no puede ser que lo olvidemos allí echando raíces un par de horitas. Para esto tenemos este taburete de diseño simple pero práctico, que mediante un reloj de arena controlará por nosotros el tiempo de castigo y reflexión de nuestro enfurruñado peque.
El precio de este gadget de primitivo funcionamiento (pero una original solución), es de $69, y el reloj de arena tarda aproximadamente 5 minutos en completar un ciclo entero. Quizá se me antoja un tiempo un poco demasiado corto, aunque puede que sea viable para castigar las “fechorías” menores y las mínimas trastadas. Eso sí, a los niños más traviesos y movidos esos cinco minutos sobre el reloj de arena seguro les resultarán interminables.
Lo que no podemos hacer pero es aplicar los castigos desproporcionadamente ni sin ecuanimidad, y si enviamos a nuestro niño diez minutos a reflexionar no puede ser que lo olvidemos allí echando raíces un par de horitas. Para esto tenemos este taburete de diseño simple pero práctico, que mediante un reloj de arena controlará por nosotros el tiempo de castigo y reflexión de nuestro enfurruñado peque.
El precio de este gadget de primitivo funcionamiento (pero una original solución), es de $69, y el reloj de arena tarda aproximadamente 5 minutos en completar un ciclo entero. Quizá se me antoja un tiempo un poco demasiado corto, aunque puede que sea viable para castigar las “fechorías” menores y las mínimas trastadas. Eso sí, a los niños más traviesos y movidos esos cinco minutos sobre el reloj de arena seguro les resultarán interminables.
