Ya me imagino a la lavadora espacial avanzando amenazadora por los pasillos de la estación espacial internacional cuando entre el ciclo de centrifugado y se suelte la sujeción.
La NASA ha manifestado su intención de instalar a bordo una máquina que pueda lavar la ropa de los astronautas. Y es que al final tampoco parece muy recomendable para le convivencia e incluso para la salud pasar tanto tiempo en un espacio cerrado, sin poder abrir las ventanas para airear un poco, y sin poder lavar la ropa hasta que vuelvas a casa. Máxime teniendo en cuenta que hay misiones que duran meses. La otra opción es enviar estudiantes universitarios Erasmus, acostumbrados muchos de ellos a condiciones similares.
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Los astronautas, en las raras ocasiones en las que han mencionado el tema, confiesan que si hay algo característico de la estancia en el espacio es el olor.
Imagina un sitio por el que pasan una tras otra tripulaciones con estrictos y agotadores horarios de trabajo. Ropa siendo usada varios días seguidos y aunque en el espacio no se suda tanto como en la Tierra las bacterias no dejan de acumularse en el tejido. Si queremos ir a vivir a la Luna y a Marte más nos vale ir solucionando esos temas.
La lavadora espacial será desarrollada por la compañía UMPQUA y funcionará con chorros de vapor, aire y microondas. Quizá también sirva para calentar el desayuno. Esta tecnología podría proporcionar adicionalmente a la ropa, además de limpieza, una mayor suavidad y como casi todo lo que se desarrolla para su uso en el espacio (velcro, pañales…) es posible que un año de estos lo tengamos disponible en nuestras propias casas.
