viernes, 23 de diciembre de 2011

Una estrella moribunda da pistas sobre el destino último de la Tierra y el Sol

El Sol se formó hace unos 5.000 millones de años, y dentro de otro tanto habrá consumido todo su combustible de hidrógeno y se expandirá hasta, por lo menos, la distancia de la órbita terrestre, englobando Mercurio, Venus y nuestro planeta. Las temperaturas serán infernales y toda forma de vida será destruida. Luego, la estrella, tras pasar esa fase inflada denominada de gigante roja, se irá encogiendo otra vez convirtiéndose a la larga en un resto frío menor. Este es el escenario que los astrónomos pintan para el futuro conociendo las fases evolutivas de los astros. Pero ahora unos científicos han descubierto una estrella que está ya en esa fase terminal y que tiene en órbita dos pequeños planetas, probablemente del tamaño y la masa del nuestro, o incluso tal vez un poco más pequeños, que han sobrevivido a la expansión del astro. Creen que puede tratarse de los núcleos sólidos de grandes planetas gaseosos, como Júpiter, que habrían perdido su envoltura al resultar inmersas en la atmósfera de la estrella expandida.