miércoles, 7 de diciembre de 2011

Los Marines entrenan su puntería disparando a Segway con capuchas



No, en la foto no aparecen los nuevos Segway con su equipación para días de lluvia
Son los nuevos blancos móviles a los que dispararán los miembros del cuerpo de Marines del ejército USA, unos complejos maniquíes motorizados que seguirán patrones inteligentes de movimiento para reaccionar como auténticos combatientes.
Desarrollados en exclusiva para los USMC están programados para seguir trayectos prefijados pero ante estímulos externos pueden variarlo al estilo de lo que sucede con los personajes de los videojuegos en los que una incursión en territorio enemigo puede poner en alerta a los soldados que escuchen nuestros disparos acudiendo en auxilio de sus compañeros de filas.
A través de una interfaz de usuario especial basta un ordenador portátil para que el instructor pueda generar rutinas y escenarios de entrenamiento fijando los recorridos de estos dummies destinados a recibir una buena “balasera”.
Hay dos tipos de estos dispositivos, los T20 con 2 ruedas y los T40 con 4 ruedas. Ambos miden 1,80 metros y se desplazan a una velocidad equivalente a la de un hombre en carrera (entre 10/16 km/h). El T20 está construido sobre la base de un Segway y puede trazar círculos reducidos e inclinarse al acelerar, como hacemos los seres humanos.
Cuando una unidad recibe un disparo el T20 deja caer al maniquí y los restantes componentes acudirán en su ayuda. El T40 es la versión todo terreno, con sus cuatro ruedas capaces de superar terreno agreste. Equipado con un GPS y un detector láser es capaz de evitar los árboles y demás obstáculos. Cuenta además con blindaje capaz de soportar el impacto de proyectiles de 5,56 y 7,62 mm. Además sus sensores pueden discriminar si el disparo se ha recibido en la cabeza, el tronco, la columna vertebral…
Los ha desarrollado la empresa australiana Marathon Targets y han llegado 8 unidades a la base de entrenamiento de Quantico en Virgina (USA). Un regalito para los soldaditos a cambio de un puñado de dólares, tantos como 57 millones.