miércoles, 14 de diciembre de 2011

Tentáculo hinchable para el pulpo que llevas dentro




Los marineros de agua dulce se distinguen de los viejos lobos de mar en la categoría de sus experiencias y las señales que las mismas dejan en su cuerpo.
Si colgar un aro del lóbulo de la oreja significa que has doblado el Cabo de Hornos o el de Buena Esperanza y un parche en el ojo o la pata de palo indican que has participado en alguna sangrienta escaramuza corsaria (“y tendrías que ver cómo quedó el otro”) no quiero ni pensar en la abominación a la que habrás vendido tu alma para terminar con un tentáculo en lugar de un brazo.
Ríete tú de los Piratas del Caribe y Davy Jones, ese malvado bucanero cruzado con calamar, sepia o chipirón, vaya usted a saber.
Con este tentáculo de octópodo podrás asustar más que con una pata de palo, que al final lo único que hace es dar pena y relegarte a la última posición cuando se trata de perseguir a las meretrices de la Isla de la Tortuga. Mucho mejor también que un loro en el hombro, con el riesgo de terminar con la casaca perdida de guano.
Mide 90 cms de largo y 18 de ancho y casi dan ganas de hacerlo al horno.
Donde esté este tentáculo hinchable que se quiten los demás vestigios de aguerrido pasado pirata, con la ventaja de que si decides hacer una fiesta de disfraces con temática Ctulhu también puedes usarlo, con gran éxito, seguro, entre las vírgenes a sacrificar.