Mirar hacia el futuro, tratar de predecir cómo serán las cosas dentro de 100 años, parece que es algo en lo que sólo ha tenido éxito Julio Verne, capaz de asombrosas y precisas predicciones más allá de hablar de submarinos o viajes a la Luna puesto que hasta escribió que se lanzarían el proyectil hasta nuestro satélite desde Florida y que tardaría 3 días en llegar. Salvando las distancias pero tratando de abarcar muchos más aspectos hablamos de una publicación de hace 100 años en la que se enumeraba una completa lista de cómo podría ser la vida hoy día.
Desde acertar con trenes capaces de circular a 225 km/h y que habría teléfonos en prácticamente todas las casas a predecir que hoy seríamos en el planeta apenas 500 millones de habitantes.
Aciertos sorprendentes y errores garrafales, como el de que las ciudades estarían libres de coches y estos costarían menos que un caballo. Fotografías que llegarían a sus destinatarios a través de telégrafo y óperas que podrías escuchar desde casa mediante el teléfono o la extinción de las moscas y los mosquitos o la desaparición de los animales salvajes puesto que hace 100 años pensaron que ya los habíamos domesticado todos.
Comidas listas para llevar que se venderían en puestos ambulantes o penas de cárcel para quienes tuvieran los alimentos expuestos y sin protección frente a la respiración y las miasmillas del público. Los americanos serían hoy más altos que hace 100 años y tendríamos tubos de los que saldría aire caliente o frío.
Buques voladores que además servirían para combatir en la guerra y la cursa anticipación de que hoy todos caminaríamos de manera habitual 10 millas o realizáramos una actividad física equivalente, vislumbrando tal vez la popularidad actual de los gimnasios y el running, ya sabes, esos locos que corren.
Acertaron en unas cuantas cosas, se equivocaron en otras… ¿cuántos aciertos y errores cometeremos nosotros si tratamos de adivinar cómo será la vida allá por el 2113?
