miércoles, 29 de mayo de 2013

El futuro de las pantallas puede estar en el cemento

¿Qué pasa si haces levitar cemento y lo bombardeas con láser? Esta pregunta que nos asalta a todos cada noche ha sido contestada por un grupo de investigadores que casi podrían ser calificados de alquimistas. El cemento se convierte en vidrio, pero no en un vidrio cualquiera, sino en uno con propiedades de metal.
El proceso consiste en bombardear cemento líquido con láseres que elevan su temperatura a más de 2.000 grados. Ese calor y el hecho de que el cemento flote sobre un sistema de levitación aerodinámica (simplemente aire a presión) hace que el material atrape electrones al endurecerse, formando un tipo de conglomerado denominado metal amorfo o vidrio metálico.
Como su propio nombre indica, este material conserva algunas de las propiedades de los vidrios, como la posibilidad de hacerlo transparente o su resistencia a la corrosión, pero es mucho más resistente que un cristal convencional y, además, es un buen conductor de la electricidad. Esta especie de ‘cristalacero’ podría ser un componente clave para desarrollar pantallas mucho más resistentes y sin necesidad de capas conductoras.
Esta suerte de descubrimiento alquímico se ha producido gracias al trabajo de un equipo multidisciplinar formado por el Laboratorio Nacional Argonne, en Estados Unidos, el centro de investigaciones sobre radiación Spring-8 en Japón, y otros centros en Finlandia y Alemania. Sus creadores aseguran que la técnica de levitar y bombardear con láser puede servir para convertir en conductores otros materiales.