viernes, 17 de mayo de 2013

La dieta que debes seguir para controlar la presión arterial

Hoy se celebra el día internacional de la hipertensión arterial, una de las enfermedades que más problemas causa en los países desarrollados.
“La plaga silenciosa del siglo XXI”,
tal como ha sido calificada por la comunidad médica, surge por la excesiva presión de la sangre sobre las paredes de los vasos sanguíneos, y en el 90% de los casos su origen concreto es desconocido. Lo más común es que aparezca debido a factores genéticos, pero se sabe que el estilo de vida tiene un peso importante en el desarrollo de ésta.

Dado que la hipertensión se asocia con un aumento de la enfermedad cardiovascular y de muertes, el control de la presión arterial es un pronóstico de gran valor para prevenir males mayores. Y sabemos que la incidencia de la hipertensión aumenta con una serie de factores de riesgo:

1.El sobrepeso.

2.El exceso de depósitos de minerales inorgánicos, colesterol y desechos tóxicos en las paredes de los vasos sanguíneos.

3.El consumo excesivo de cloruro sódico (sal común) junto con la disminución de potasio en la dieta produce un aumento de líquidos y un deterioro de los mecanismos de regulación de la presión arterial.

4.El consumo de café, alcohol, tabaco, grasas saturadas, exceso de carnes, embutidos, quesos secos…

5.El consumo excesivo de azúcar, que aumenta la retención de sodio y eleva la presión arterial.

6.El estrés y otros factores psicológicos como la agitación, la ansiedad, la impaciencia, el miedo o la agresividad, que aumentan la secreción de adrenalina la cual constriñe los vasos sanguíneos, hace que aumente la retención de sodio y, en consecuencia, eleva la presión arterial.

7.Factores ambientales: como la exposición crónica al plomo ambiental o el cadmio.

8.Falta de ejercicio físico.

Es esencial seguir una dieta saludable
La elección de una dieta adecuada es fundamental para prevenir la hipertensión y su correcto diseño es vital para aquellas personas con predisposición genética a tener la tensión elevada. La mayoría de los casos de hipertensión pueden controlarse mediante cambios en los hábitos de vida.
Patricia Guerín, bióloga y experta del comité de Your Care, explica que es necesario seguir una serie de pautas en torno a la dieta para evitar sufrir esta dolencia. Una dieta baja en sodio y rica en potasio reduce el efecto vasoconstrictor sobre los vasos sanguíneos producido por la adrenalina. Guerín menciona que es obligado consumir muchas verduras de temporada ricas en potasio: sobre todo ajos y cebolla, perejil, berros, zanahorias, col, espinacas, tomate y pepinos. También se hace eco de las verduras amargas como endivias, escarola o los rabanitos. En general, estos alimentos ayudan a bajar la tensión:

•Cereales integrales: sobre todo el arroz integral disminuye la tensión arterial.

•Legumbres: lentejas y soja verde.

•Fibra: salvado de avena, semillas de psilium, pectina de manzana.

•Algas y frutas de la estación.

•Pescado azul y algo de pollo o pavo.

•Semillas oleaginosas ricas en ácidos grasos esenciales: semillas de sésamo, pipas de girasol.

•Lecitina, levadura de cerveza, germen de trigo.

Por otro lado nos insta a evitar: cereales y harinas refinadas, leche y derivados, carnes rojas, grasas saturadas (como la mantequilla o la grasa de cerdo) alcohol, azúcar, embutidos, café y especias como pimienta y curry.
La importancia del ejercicio
Hacer ejercicio físico aeróbico regular, caminar una hora al día, reducir el estrés y tomarse la vida con filosofía y tranquilidad también contribuye a regular la tensión arterial.
Un estudio de la Universidad de Zaragoza y la Universidad de Sao Paulo (Brasil), realizado sobre 4.299 adolescentes europeos y brasileños, ha demostrado que la realización de actividad física durante al menos 60 minutos al día puede contrarrestar el efecto negativo de dos horas de actividad sedentaria sobre la presión arterial diastólica y, por lo tanto, reducir el riesgo cardiovascular.