martes, 4 de diciembre de 2012

El Reino Unido quiere acabar con los chuleamientos fiscales de Google y Amazon, entre otras

A pesar de que el conocimiento de que muchísimas empresas internacionales hacen con los impuestos lo que les da la gana, es un secreto a voces, normalmente lo hacen campando a sus anchas y sin que ningún país les pida explicaciones. Los casos de Apple, Google y Amazon son especialmente hirientes, con ventas y beneficios espectaculares pero pagando cantidades de impuestos proporcionalmente miserables. Éstas dos últimas empresas, junto con Starbucks, son ahora el foco de atención en el Reino Unido, que quiere acabar con estos “atracos legales”.
En la lista de maneras “legales” de evadir impuestos, las grandes empresas y personas adineradas tienen bastante donde elegir, siendo una de las favoritas tener sus sedes en otro país donde los impuestos sean muy bajos o se pueda desviar capital a paraísos fiscales, cortesía en Europa sobre todo de Luxemburgo, Holanda e Irlanda.
La trampa consiste en que a la empresa filial del país, le factura por unos precios abusivos la “central” situada en el país que permite los cachondeos fiscales, de manera que el supuesto margen de beneficio de la filial es mínimo, e incluso le puede salir a devolver como ha ocurrido con Apple en España. Fascinante…
Pero claro, llega un momento en que la gente se cabrea con tanta historia y piden responsabilidades. El Comité de Cuentas Públicas del Reino Unido está ahora acusando a Amazon, Google y Starbucks, y pide explicaciones.
Natural viendo que de los 3.000 millones de libras facturados por Amazon, apenas paga allí al estar afincada en Luxeburgo. Caso parecido pasa con Google y sus 6 millones por los 396 millones que gana. Starbucks no se queda atrás, ya que de los 14 años que lleva en el país, sólo en uno no ha tenido pérdidas.
La pena es que siempre habrá alguien de poder en algún sitio que frenará esto o hará que sea viable de otro modo, y si no, esos impuestos no retornarán a los ciudadanos realmente.
Pero lo peor es que no son justo las empresas que ganan poco o que lo están pasando realmente mal, ni la gente que está más apurada, si no los que están ganando una barbaridad, e incluso más con la crisis. Ya lo decían en Salvados, defraudar es de pobres, los ricos utilizan
“reestructuración fiscal”.