miércoles, 12 de marzo de 2014

La única manera de saber si has dado con tu pareja para toda la vida

Es el último fenómeno viral. Bajo el nombre de First Kiss, la artista Tatia Pilieva ha realizado su última obra, un vídeo cada vez más popular en el cual aparecen 20 parejas formadas por perfectos desconocidos besándose por primera vez delante de su cámara, en riguroso blanco y negro.
"Les pedimos a 20 desconocidos que se besasen por primera vez"
son las palabras con las que comienza el clip, que ha acumulado ya 4 millones de visitas. Más allá de la mera curiosidad, el vídeo recoge a la perfección ese emblema del amor que es el beso.

Viivimos obsesionados con elegir consecuentemente al hombre o a la mujer de nuestras vidas, para que todo lo demás vaya rodado (o, al menos, no vaya desastrosamente mal). La gente pasa horas analizando los perfiles de Facebook y examinando minuciosamente las fotos que se cuelgan en internet. Hay, no obstante, una manera más rápida y eficaz para encontrar al compañero ideal: se trata de conocer a mucha gente diferente y poner a prueba sus besos. Así lo aconseja la experta en sexo Tracey Cox, que afirma que el beso está lleno de pistas que nos ayudan a encontrar a la persona ideal para cada uno de nosotros. ¿Descubrirían los protagonistas a sus candidatos ideales al participar en el vídeo de Pilieva?

La ciencia del beso
Aunque parezca que no, la ciencia del beso existe y se llama filematología. Normalmente creemos que el ósculo es una consecuencia, una expresión de amor o deseo, pero una investigación de la Oxford University ha demostrado que una de las principales razones que nos llevan a besar es que, biológicamente, necesitamos evaluar a nuestras potenciales parejas.

Un beso transmite sabores, olores, sonidos y señales al tacto que afectan intensamente a la percepción posterior que tenemos de una persona, y que determinan –aunque no seamos conscientes de ellos– nuestro deseo de repetir (o no) el beso.

Las mujeres, por lo general, se sienten atraídas por compañeros que poseen un sistema inmunológico distinto al suyo, y su manera de detectarlo es inconsciente, a través del olor y durante beso. Cuando el ADN del compañero no es el esperado, las neuronas comienzan a mandar señales, indicando que debes alejarte del sujeto lo antes posible. A menudo se está a gusto con una persona y, en el momento de pasar a la acción, el asunto se vuelve incómodo o extraño: probablemente es por culpa de la biología.

Cuando la cosa se pone seria
La manera en que besamos a alguien por primera vez tiene, además, un efecto directo en el modo en que se desarrollará la relación posteriormente.

Algunos pares de bocas se encuentran ajustándose sin problemas, adaptándose perfectamente, como si estuvieran besando a un espejo. Por lo general, se trata de una buena confirmación de que has dado con alguien compatible. En otros casos, el encuentro es más desastroso, pero no debemos olvidar que, si bien la biología no es modificable (aún), la técnica sí lo es, por lo que merece la pena depurarla.