lunes, 6 de mayo de 2013

Alarma por el deshielo del Ártico y el calentamiento global

El 2012 fue uno de los diez años más calientes desde que se lleva registro de las temperaturas, pese a haber ocurrido un episodio de La Niña, un fenómeno que enfría más de lo normal la superficie del mar, informa el Centro de Noticias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en un comunicado.

Según ha confirmado la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el año pasado fue el noveno en la lista de los más calientes y el número 27 en que las temperaturas globales de la tierra y el mar se ubicaron por encima del promedio del periodo 1961-1990.
Otro comunicado de la OMM ofrece datos más concretos: se estima que la temperatura anual mundial de la superficie de la tierra y del océano entre enero y diciembre de 2012 fue superior en 0,45 °C a la media de 14,0°C correspondiente al período antes mencionado. Asimismo, los años 2001 a 2012 se contaron entre los 13 años más cálidos de los que se tienen datos.
Pérdida récord de hielo ártico
El secretario general de la OMM, Michel Jarraud, ha explicado que si bien la tasa de calentamiento varía de año a año debido a factores como el ciclo de El Niño, las erupciones volcánicas y otros fenómenos, la elevación sostenida de la temperatura es preocupante.
Además, la concentración en la atmósfera de los gases de efecto invernadero y su impacto preludian que el calentamiento continuará, apuntó Jarraud.
Agregó que la pérdida récord de hielos en el Ártico entre agosto y septiembre también constituye otra señal perturbadora del cambio climático.
“El 2012 fue testigo de muchos otros extremos, como las sequías y los ciclones tropicales. La variabilidad natural del clima siempre da como resultado fenómenos extremos, pero las características de esos eventos meteorológicos son cada vez determinados por el cambio climático”,
puntualizó.
Dado el impacto de estos fenómenos en la economía y la vida de las sociedades, Jarraud subrayó la necesidad de que se invierta en observación e investigación para afrontar mejor el cambio climático y mejorar la preparación ante los desastres.
Una fuente de incertidumbre
En 2012 hubo temperaturas superiores a la media en casi toda la superficie terrestre del globo, sobre todo en América del Norte, el sur de Europa, el oeste de Rusia, algunas zonas del norte de África y la zona septentrional de América del Sur. No obstante, también se observaron temperaturas inferiores a la media en toda Alaska, en partes del norte y el este de Australia y en Asia central.
Las precipitaciones,
en todo el mundo estuvieron ligeramente por encima de la media a largo plazo del período 1961-1990. Hubo condiciones más secas de lo normal en gran parte de la zona central de Estados Unidos de América, el norte de México, el noreste de Brasil, el centro de Rusia y el sur y el centro de Australia. Se dieron condiciones de humedad superiores a la media en algunas zonas del norte de Europa, el oeste de África, el norte y el centro de Argentina, el oeste de Alaska y la mayor parte del norte de China.
La extensión del manto de nieve de América del Norte,
durante el invierno de 2011/2012 estuvo por debajo de la media, convirtiéndose en la cuarta extensión más reducida registrada, según los datos del Global Snow Laboratory (Laboratorio de Nieve Mundial). Esto contrastaba sobremanera con los dos inviernos anteriores (2009/2010 y 2010/2011), en los que se habían dado la mayor extensión del manto de nieve y la tercera extensión mayor, respectivamente, desde que se iniciaran los registros en 1966.
Mientras tanto, durante el invierno la extensión del manto de nieve del continente euroasiático estuvo por encima de la media, convirtiéndose en la cuarta extensión más vasta jamás registrada. En general, la extensión del manto de nieve del hemisferio norte fue superior a la media —590000 kilómetros cuadrados por encima de la media de 45,2 millones de kilómetros cuadrados— y fue la decimocuarta extensión más vasta que se haya registrado nunca.
Manto de hielo de Groenlandia:
a principios de julio la cubierta de hielo de la superficie de Groenlandia se fundió considerablemente y se estima que el 97 por ciento de esa superficie de hielo se derritió a mediados de julio. Se trata de la mayor superficie que se haya fundido desde que empezaran los registros satelitales hace 34 años. Durante el verano se suele producir el deshielo de casi la mitad de la superficie de la capa de hielo de Groenlandia de forma natural, especialmente en las elevaciones más bajas. Sin embargo, debido a un sistema de altas presiones en 2012 se dieron condiciones más cálidas de lo normal en Groenlandia, a las que se atribuye el rápido deshielo.
La extensión del hielo marino en el Ártico alcanzó el nivel más bajo sin precedentes de su ciclo anual el 16 de septiembre, a saber, 3,41 millones de kilómetros cuadrados. Dicha extensión batió el récord mínimo anterior del 18 por ciento, alcanzado el 18 de septiembre de 2007. Fue inferior en un 49 por ciento, o en casi 3,3 millones de kilómetros cuadrados, al promedio mínimo de 1979–2000. La diferencia entre la máxima extensión del hielo marino en el Ártico el 20 de marzo y la extensión mínima más baja del 16 de septiembre fue de 11,83 millones de kilómetros cuadrados, lo que constituyó la mayor reducción estacional de la extensión del hielo marino producida en los 34 años de registros satelitales.
La extensión del hielo marino de la Antártida,
en marzo fue la cuarta más grande jamás registrada, con 5,0 millones de kilómetros cuadrados o el 16,0 por ciento por encima de la media correspondiente al período de 1979–2000. Durante la temporada de expansión, la extensión del hielo marino en la Antártida alcanzó su máxima superficie desde que empezaran los registros el 26 de septiembre de 1979, con 19,4 millones de kilómetros cuadrados. Ese valor superó el récord máximo anterior de 19,36 millones de kilómetros cuadrados, establecido el 21 de septiembre de 2006.
Fenómenos extremos:
el huracán Sandy causó la muerte de casi 100 personas y provocó una destrucción importante en el Caribe, así como decenas de miles de millones de dólares de Estados Unidos en daños y alrededor de 130 víctimas mortales en el este de Estados Unidos. El tifón Bopha, que fue el ciclón tropical más mortífero del año, azotó Filipinas dos veces en diciembre. Durante el año, Estados Unidos y el sureste de Europa padecieron condiciones de sequía extrema, mientras que el África occidental se vio gravemente afectada por las inundaciones extremas. A la población de Europa, el norte de África y Asia le afectaron gravemente las nevadas y el frío extremos. Por tercer año consecutivo se produjeron graves inundaciones en Pakistán.
El cambio climático está agravando la variabilidad natural del clima y se ha convertido en una fuente de incertidumbre para los sectores económicos sensibles a las condiciones climáticas, como la agricultura y la energía.