martes, 7 de mayo de 2013

Leyendas urbanas de la tecnología: El teclado QWERTY

Todo el mundo sabe lo que es un teclado QWERTY. Todos los usamos y, sin embargo, pocos conocen el origen de una combinación de teclas aparentemente tan absurda.
Dice la leyenda que la distribución de teclas que hoy conocemos como QWERTY surgió con las primeras máquinas de escribir mecánicas. La historia cuenta que las primeras teclas de estas máquinas estaban dispuestas en orden alfabético y que pronto ese orden se reveló como un problema porque los mecanógrafos escribían demasiado rápido y los resortes que golpeaban la cinta sobre el papel se atascaban. Se dice que el QWERTY se dispuso así para ralentizar el trabajo de los mecanógrafos y que, cuando ya desapareció el problema mecánico, simplemente estábamos demasiado acostumbrados a utilizarlo.
Pues resulta que no.
Koichi y Motoro Yasuoka son dos investigadores de la Universidad de Kyoto que han rastreado el origen del QWERTY en sus difusos comienzos. Según resultados de su estudio, el problema fue más bien el inverso, y no involucraba a las máquinas de escribir, sino a los profesionales que transcribían telegramas a partir de código Morse. Los radiotelegrafistas encontraron la distribución alfabética demasiado lenta y torpe, por lo que fueron sugiriendo cambios en los teclados para hacerlos más eficientes.
Variantes
El nacimiento exacto del primer modelo QWERTY se pierde en la noche de los tiempos, pero su popularización tuvo mucho que ver con la industria de las máquinas de escribir, que acotó el sistema casi como si de un ecosistema propietario se tratara por los ingresos que producían los cursos para iniciar a los usuarios en el manejo del teclado.

Desde principios de siglo, QWERTY ha dominado casi por entero la industria de los teclados con algunas variantes regionales como el AZERTY Francófono. Sin embargo, existen otras disposiciones como el teclado Dvorak, patentado por August Dvorak en 1936 y del que se dice que es más eficiente que el QWERTY, y que incluso reduce problemas médicos asociados al tecleo intensivo como el síndrome del túnel carpiano. En los últimos años los teclados se han hecho virtuales y, aún así, seguimos ligados a esta antigua creación. ¿Será que es la disposición más eficiente que el ser humano ha sido capaz de encontrar?