viernes, 28 de febrero de 2014

La intuición 'femenina' comienza a desarrollarse en el vientre materno

La llamada
“intuición femenina”
podría tener un componente biológico, relacionado con la menor exposición prenatal a la testosterona que experimentan las mujeres en el vientre materno, que las predispondría a adoptar durante sus vidas un pensamiento
“más intuitivo y menos reflexivo”
que los hombres.

Así lo afirma un equipo de investigadores españoles, pertenecientes a las universidades de Granada, Pompeu Fabra de Barcelona y Middlesex University de Londres, en un artículo publicado recientemente en la revista Psychoneuroendocrinology.

Según otros trabajos previos, la exposición prenatal a la testosterona tiene efectos sobre la organización cerebral que determinan en cierta medida pautas y tendencias de comportamiento a lo largo de la vida de los individuos, incluidos los seres humanos. Los hombres reciben mayor cantidad de testosterona prenatal, algo que, según los científicos, influye en que sean, por ejemplo, más arriesgados y menos empáticos que las mujeres.

El pensamiento intuitivo se puede definir como aquél que se procesa de forma automática e inconsciente y que, por tanto, requiere poco esfuerzo cognitivo. En el lado opuesto se encuentra el pensamiento reflexivo, que requiere análisis consciente y mayor esfuerzo. El primero se basa en las sensaciones y es más “emocional”, mientras que el segundo es analítico y más “racional”. En ciertas situaciones,
“dejarse llevar”
por la intuición será más acertado que pararse a reflexionar; en otras, ocurrirá lo contrario.

Los autores de este trabajo se preguntaban si la exposición a la testosterona también influye en que ellos sean
“menos intuitivos” y “más reflexivos”
que ellas, para lo que realizaron una serie de experimentos con más de 600 alumnos de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Granada.

Los investigadores usaron para sus análisis un marcador de la exposición prenatal a la testosterona, el llamado ratio digital. Este ratio se obtiene al dividir la longitud del dedo índice entre la longitud del dedo anular de la misma mano.
“Cuanto menor sea el ratio, más testosterona se ha recibido antes de nacer y, por tanto, más “masculina” es la organización cerebral, independientemente del sexo de la persona. Los hombres, evidentemente, tienen un ratio digital medio más bajo que las mujeres”,
apunta Antonio Manuel Espín, profesor del departamento de Teoría e Historia Económica de la Universidad de Granada y uno de los autores del artículo, en la nota de prensa de la universidad.

Test de Reflexión Cognitiva
Los participantes primero respondieron a una serie de cuestionarios, entre ellos el denominado Test de Reflexión Cognitiva (CRT, por sus siglas en inglés), una prueba que mide precisamente esta dicotomía entre intuición y reflexión.

El CRT consta de tres preguntas de un contenido algebraico sencillo que, por la manera en que se formulan, generan respuestas intuitivas que vienen a la mente de forma automática pero que son incorrectas. Para llegar a la respuesta correcta, el sujeto debe pararse a reflexionar y darse cuenta de que la respuesta que primero pasó por su cabeza era incorrecta.

Con sólo tres preguntas, este test ha demostrado capacidad para predecir multitud de comportamientos, algunos tan llamativos como creer en Dios o en lo paranormal, que se relacionan positivamente con responder el test de forma intuitiva.

“Y lo más importante aquí: las mujeres tienden a dar más respuestas intuitivas mientras que los hombres responden de manera más reflexiva. Es decir, en este test en concreto, que penaliza el pensamiento intuitivo, los hombres lo hacen generalmente mejor que las mujeres”,
afirma Espín. Posteriormente, los investigadores escanearon las manos de los participantes para medir la longitud de sus dedos y calcular el ratio digital de ambas manos.

Los resultados fueron muy claros. Los hombres respondían mejor el CRT que las mujeres pero, entre éstas, las que tenían un ratio digital más “masculino” (es decir, más bajo) respondían igual de bien que los hombres.
“Siendo más concretos, lo que se encontró fue una indicación de que la exposición prenatal a la testosterona predispone a las personas a adoptar un pensamiento más reflexivo y menos intuitivo; además, este efecto parece ser más fuerte entre las mujeres”.

Los autores de esta investigación son, además de Antonio Manuel Espín, de la UGR, Antoni Bosch Domènech, de la Universidad Pompeu Fabra, y Pablo Brañas Garza, de la Middlesex University de Londres.