martes, 4 de septiembre de 2012

El polvo lunar puede ser perjudicial para tu salud

Los científicos lo tienen claro: regresaremos a la Luna. No solo para colonizarla, sino como trampolín para la conquista de Marte. Pero tendremos que protegernos del polvo lunar porque sus efectos pueden ser muy nocivos para la salud. Un ejemplo de ello son sus consecuencias en las vías respiratorias.

El riesgo de inhalación de polvo es más alto en la Luna que en la Tierra, debido a que allí la gravedad reducida evita su rápida sedimentación una vez que se dispersa. En el exterior, los trajes espaciales evitan que entre en contacto con el organismo, pero el problema está en que se cuela fácilmente en las áreas de trabajo y las habitaciones de los astronautas, como ya se ha podido constatar. Una vez en las vías respiratorias, las partículas pueden causar la necrosis del tejido pulmonar, lo que se traduce en trastornos respiratorios y cardiovasculares; y crisis inflamatorias, que abren la puerta al cáncer.
Por otro lado, al igual que el asbesto y las cenizas volcánicas terrestres, el polvo lunar penetra a gran profundidad en los tejidos del pulmón, un desastre que es potenciado por la microgravedad. Esto es tanto o más peligroso que la exposición prolongada a los protones y la radiación ultravioleta.