martes, 19 de junio de 2012

Este es el páncreas artificial que puede solucionar la diabetes tipo 1

La diabetes mellitus tipo 1 produce una deficiencia en la producción de insulina que normalmente realizaría el páncreas, ocasionando un aumento en los ácidos grasos circulantes en sangre que, a la larga, puede producir problemas circulatorios, en riñones, ojos… Todo eso puede llegar a controlarse gracias a este páncreas artificial desarrollado por la Fundación para la Investigación de la Diabetes Juvenil gracias a la colaboración de varias universidades.
Las universidades norteamericanas de Virginia, la de California-Santa Bárbara, las de Padua y Pavía en Italia y el Hospital universitario de Montpellier en Francia son las instituciones que han aunado sus esfuerzos para la consecución de este revlucionario dispositivo que solucionará la vida a los jóvenes que padezcan este tipo de diabetes, que suele aparecer en la infancia o adolescencia, o bien hasta los 30 años.
El dispositivo consta de dos partes, un monitor continuo que controla el nivel de glucosa y un sistema de bombeo de insulina subcutáneo. El monitor alerta al paciente cuando el nivel de azúcar baja y este sólo tiene que proceder a añadir la dosis necesaria para equilibrar el nivel de insulina.
El control del sistema se produce de forma automática y en tiempo real gracias al dispositivo semejante a un smartphone que se encarga de las funciones de “cerebro” del conjunto. Ya ha recibido la aprobación de la FDA (equivalente estadounidense al Ministerio de Sanidad) para comenzar con los ensayos clínicos con pacientes, cuya primera fase de pruebas acaba de comenzar.
Justin Wood, de 40 años, ha sido la primera persona en utilizarlo y cuenta las facilidades que aporta en cuanto a que el páncreas automatizado realiza las funciones de control que habitualmente realizaba ella, con lo que se gana en independencia además de precisión por no hablar de que ya no es necesario realizar varias veces al día múltiples pequeños pinchazos en las yemas de los dedos para tomar una muestra de sangre con la que verificar el nivel de glucosa.
La siguiente fase se iniciará en 2013 sobre un total de 120 pacientes de Estados Unidos, Francia e Italia.