Gracias a un profesor de matemáticas de la Universidad Drexel, el Dr. R. Andrew Hicks, y un algoritmo matemático especial desarrollado por él mismo, el punto ciego en los espejos laterales de los coches podría ser algo del pasado. Sus espejos con una curvatura especial consigue un campo de visión de unos 45 grados sin distorsión.
En la foto queda clara la enorme diferencia entre el uso de espejos normales y los del Dr. Andrew. Su increíble campo de visión con distorsión prácticamente inapreciable se consigue gracias al tipo de curvatura.
Siguiendo su algoritmo, a la hora de crear la superficie se realizan decenas de miles de cálculos que permiten que la superficie actúe como la de una bola de discoteca, pero de forma continua, haciendo que los rayos de luz al rebotar den un mayor campo de visión pero sigan manteniendo las proporciones y las líneas rectas.
La legislación de los espejos laterales en diferentes países hace que muchos coches no puedan llevar estos nuevos espejos de serie, pero muchos fabricantes están interesados en estos espejos que podrían comercializarse como una accesorio instalable.
Esperemos que se planteen también el hacerlos disponibles para motos y bicicletas, donde podrían salvar bastantes vidas.
