miércoles, 22 de agosto de 2012

moto voladora a lo Star Wars?¿

Al estilo de Luke Skywalker en la luna de Endor o en el planeta donde se crió, Tatooine, ya hay un afortunado que conoce de primera mano lo que supone surcar las arenas del desierto flotando a un par de palmos sobre el suelo. De momento es un prototipo de exitoso (y envidiable) funcionamiento desarrollado por la empresa Aerofex de Manhattan Beach (California) aunque para desencanto de todos no emplea ni antigravedad ni la Fuerza sino un par de buenos ventiladores para conseguir volar bajo.

La demostración del vehículo tuvo lujar en el desierto de Mojave.
Capaz de elevarse a una altura de 4,5 metros y desplazarse a unos 50 km/h de velocidad (aunque en la prueba no llega a subir tanto ni ir tan rápido) el mayor desafío, y es lo que en Aerofex han logrado solventar, tiene que ver con la estabilidad. Debido a los dos rotores situados longitudinales, con el piloto situado en medio de ambos, lo complicado era evitar el vuelco pero mediante una serie de mecanismos de control del giro de las hélices se compensa el equilibrio con el piloto que subido a tan peculiar artefacto sólo debe inclinarse en los giros de forma parecida a como lo haría al montar en una bicicleta o una motocicleta
Pero si estás pensando en salir corriendo a la tienda donde lo vendan ya puedes refrenar tus impulsos Jedi. En Aerofex, de momento, se van a centrar en ofrecerlo a la industria militar, que suelen ser los primeros en acceder a la tecnología punta y tampoco suelen ir faltos de fondos, al menos en USA.

Además del transporte humano creen que puede ser una buena solución para transporte de material pesado en terrenos accidentados sin preocuparse de ruedas, orugas u otros mecanismos. Además, y a diferencia de un helicóptero o de otros vehículos, este podría desplazarse a través de terrenos arbolados o cañones profundos.
Al igual que el Jeep o el Hummer comenzaron siendo vehículos estrictamente militares que con el tiempo dieron lugar a versiones civiles, ahora es sólo cuestión de tiempo (y esperemos que pase deprisa) hasta que tengamos versiones civiles de este moto voladora.