jueves, 6 de febrero de 2014

Estados Unidos se mantiene como primera potencia militar a pesar del auge de China

Con un presupuesto de defensa de 600.400 millones de dólares en 2013, Estados Unidos se mantiene como primera potencia militar del mundo, a pesar del auge de China y otros países asiáticos, informó el Instituto Internacional para Estudios Estratégicos (IISS, por sus siglas en inglés).
Al presentar en Londres su informe El balance militar 2014, que analiza el gasto y las prioridades de defensa de 171 países, el IISS confirmó que Estados Unidos encabeza el grupo de los quince primeros, con un presupuesto que prácticamente equivale al gasto conjunto del resto. Así, detrás de EE UU aparece China, que el año pasado aumentó su presupuesto e invirtió 112.200 millones de dólares, frente a los 68.200 millones de dólares de Rusia, en tercera posición.

En un panorama de recortes en los países occidentales y especialmente en Europa, Arabia Saudí, con unos 59.600 millones de dólares de gasto, ha desbancado al Reino Unido de la cuarta posición y lo ha relegado a la quinta, con un presupuesto de 57.000 millones de dólares. Les siguen Francia (52.400 millones de dólares); Japón, en séptimo lugar, con 51.000 millones de dólares; Alemania (44.200 millones de dólares); la India (36.300 millones) y Brasil, en décimo lugar con 34.700 millones de dólares.

Pese al avance de los países asiáticos, que en 2013 aumentaron su presupuesto en un 11,6%, y de Rusia y Arabia Saudí,
"EE UU continúa siendo la potencia preeminente en el mundo",
aseguró el experto en fuerzas navales y seguridad marítima del instituto, Christian Le Mière.
"En términos de proyección de poder, Estados Unidos y sus aliados occidentales seguirán siendo dominantes al menos durante las próximas dos décadas",
aseveró en rueda de prensa.

Según el informe, los países europeos, cuyo presupuesto de defensa cae un 2,5% anual desde 2010, se verán obligados a "cooperar" para optimizar sus recursos y mantener la influencia mundial.

El IISS subraya que será crucial la cumbre de la OTAN que se celebrará en septiembre en el Reino Unido, donde se analizará el futuro del organismo tras el fin de las operaciones en Afganistán.
"Aunque los aliados son ahora capaces de desplegar efectivos y luchar juntos más eficazmente, en particular como resultado de las operaciones afganas, mantener este nivel de 'interoperatividad' será un reto en un contexto de reducción del gasto",
advirtió el presidente, John Chipman.

Chipman dijo que los países europeos deberán plantearse si pueden o quieren ser una fuerza de intervención en conflictos y, después de las experiencias en Irak y Afganistán, cómo convencer a sus Parlamentos y electorados.

El conflicto de Siria
El informe se refiere también a los conflictos vigentes, en particular al de Siria, en el que actualmente ningún bando
"tiene una ventaja decisiva"
que le permita ganar la guerra a corto plazo, indicó el experto en fuerzas de tierra del instituto, Ben Barry. Aunque el Gobierno del presidente Bachar al Asad ha
"adaptado su estrategia militar a una reducción de recursos",
el régimen
"no ha tenido una victoria en los últimos nueve meses",
señala el documento.

La oposición, fragmentada e infiltrada por grupos extremistas dominados por combatientes extranjeros,
"es incapaz de dar un golpe decisivo".
"Es improbable que se produzca un giro decisivo en el campo de batalla en al menos seis meses",
opinó Barry.

El IISS constata además que continúan los conflictos en Irak, donde el número de desplazados equivale al del inicio de la guerra civil en 2004-2005, Libia e Irán, cuyo programa nuclear y apoyo al régimen de Asad causan
"preocupación".

Mientras los países del Golfo Pérsico aumentan su inversión en misiles, África y América Latina han incrementado las compras de equipamiento sofisticado, señala el documento, donde se precisa que las potencias como Estados Unidos y China centran su interés en las posibilidades de la guerra cibernética.