jueves, 21 de abril de 2011

Una posible erupción volcánica pondría de nuevo en jaque a Europa

La posibilidad de una nueva catástrofe fruto de otra erupción volcánica acecha Europa, tal y como ha demostrado un simulacro reciente de erupción del volcán islandés Grimsvötn, y reabre la caja de los truenos. AEA, una vez más, arremete contra las autoridades europeas afirmando graves retrasos en la consolidación del sistema del cielo único europeo que comprometen la seguridad aérea europea. Kallas, comisario europeo de transporte, defiende el trabajo hecho y considera que a finales del próximo año la implantación será bastante definitiva.
El Cielo Único es una de las grandes medidas transnacionales europeas con grandes posibilidades en eficiencia energética, en seguridad y en gestión del tráfico aéreo. Las ventajas son múltiples y la necesidad de implantación no alberga dudas. El problema es que parece que la Unión Europea no da el empujón definitivo para que este sistema se implante. Esto hace que todas las ventajas mencionadas se vean condenadas a esperar un apoyo decidido al sistema.
Uno de los graves problemas que supone esperar tanto al establecimiento definitivo del Cielo Único proviene de la situación de inseguridad y descoordinación que podría producirse en el espacio aéreo europeo de suceder una catástrofe de grandes magnitudes. En este contexto, Der Spiegel y The Economist se han hecho eco de un simulacro que se ha realizado a nivel europeo ante los signos de actividad que ha dado en Islandia el volcán Grimsvötn. El simulacro ha analizado los sistemas de predicción informática que han sido desarrollados para, así, evaluar la situación de riesgo en el que se encuentra el cielo europeo.
Los expertos que han participado en el simulacro han establecido tres áreas de contaminación por cenizas volcánicas: baja, donde se pueden encontrar concentraciones iguales o inferiores a 2x10-3g/m3; media, con concentraciones iguales o superiores a 4x10-3g/m3; y alta, concentraciones iguales o superiores a 4x10-3g/m3. En función de la concentración de ceniza ambiental, las medidas tomadas serán diferentes. De hecho, se prevé que las aeronaves puedan estar operativas a niveles de contaminación baja.
No obstante, los datos completos sobre la evaluación predictiva de los riesgos inherentes a una situación de conflicto semejante a la ocurrida hace un año con la erupción del volcán Eyjafjalla se conocerán en junio. Pese a que la información final del simulacro no se conocerá hasta entonces, se ha logrado saber que, por desgracia para los usuarios y según Der Spiegel, el cielo europeo no está exento de riesgos de caos y paralización; conclusión que no comparten en The Economist. Parte de la culpa de esto proviene del exceso de demora que está acumulando la aplicación del sistema del cielo único europeo.