viernes, 26 de julio de 2013

Descubren el mecanismo que permite a ciertos gusanos regenerar su cabeza

Tres estudios publicados en Nature desvelan por qué algunas especies de gusanos planos son capaces de volver a formar tanto la cabeza como la cola tras haberlas perdido. Otras, por el contrario, solo pueden recrecer la cola, y mueren si se les corta la cabeza.

La clave está en el camino que se siga en una vía de señalización celular, la Wnt/beta-catenina. Si se reduce la actividad de las proteínas implicadas en esta vía se regenera una cabeza, pero si aumenta se produce una cola.

Los tres equipos –de Japón, Alemania y Estados Unidos– señalan que en los gusanos con total capacidad regenerativa, esta vía de señalización está más activa en la parte trasera que en la delantera. De esta forma, si se produce un corte en la parte posterior se regenera una cola y si se produce en la mitad anterior se regenera una cabeza.

Según los estudios, Wnt/beta-catenina suprime o silencia otra vía de señalización (denominada ‘kinasa relacionada con la señal extracelular’ o ERK), imprescindible para la regeneración de la cabeza.

“Pero cuando silenciamos el gen beta-catenina se regeneró una cabeza completamente funcional en especies incapaces de recrecerla de forma natural”,
explica Yoshihiko Umesono de la Universidad de Kioto (Japón) y autor de uno de los estudios.

Gusanos bicéfalos
También manipulando estas vías de señalización trabajos anteriores habían obtenido gusanos planos con dos cabezas, o con dos colas.

Según un artículo escrito también en Nature por András Simon del Instituto Karolinska (Suecia), donde analiza los tres trabajos, los resultados sugieren que la capacidad de regeneración de órganos y partes del cuerpo está presente en todos los organismos, aunque se mantiene silenciada en muchos de ellos.

Simon también destaca que se está todavía muy lejos de poder regenerar órganos en especies incapaces de hacerlo de forma natural. Pero, para el científico, estas investigaciones
“dan esperanza para que quizá en el futuro seamos capaces de mejorar la respuesta regenerativa en humanos”.
Por su parte, el investigador Yoshihiko Umesono sugiere también que
“identificar factores antiregenerativos en humanos nos proporcionaría una nueva aproximación para curar enfermedades y heridas”.