miércoles, 5 de febrero de 2014

Las emociones básicas son cuatro, y no seis como se pensaba hasta ahora

Los seres humanos son criaturas emocionales cuyo estado de ánimo por lo general se puede observar a través de sus expresiones faciales.

Una creencia comúnmente sostenida, propuesta por primera vez por Paul Ekman, postula que hay seis emociones básicas que son universalmente reconocidas y fácilmente interpretadas a través de expresiones faciales específicas, independientemente del idioma o cultura. Estos son: la felicidad, la tristeza, el miedo, la ira, la sorpresa y el disgusto.

Una nueva investigación publicada en la revista Current Biology por científicos de la Universidad de Glasgow (Escocia, Reino Unido) ha desafiado este punto de vista , y sugiere que sólo hay cuatro emociones básicas.
A esa conclusión llegaron mediante el estudio de los diferentes músculos de la cara
-los investigadores se refieren a ellos como "Unidades de Acción"-
que participan en la señalización de diferentes emociones, así como el periodo durante el cual se activa cada músculo.

Este es el primer estudio para examinar objetivamente las
"dinámicas temporales"
de las expresiones faciales, y es posible mediante el uso de una plataforma desarrollada en la Universidad de Glasgow.

El equipo del Instituto de Neurociencia y Psicología afirma que, si bien las señales de expresión faciales de felicidad y tristeza son claramente distintas a lo largo del tiempo en el que se emiten, el miedo y la sorpresa comparten una señal común, los ojos abiertos, al principio de ser emitidas.

Del mismo modo, la ira y el disgusto comparten la nariz arrugada en los primeros momentos. Estas señales tempranas podrían ser simplemente señales más básicas de peligro.

La investigadora principal, Rachael Jack, explica en la nota de prensa:
"Nuestros resultados son consistentes con las predicciones de la evolución, es decir, que las señales son diseñadas por las presiones evolutivas biológicas y sociales para optimizar su función".

"En primer lugar",
aclara,
"las señales de peligro tempranas otorgan ventaja permitiendo un escape más rápido. En segundo lugar, las ventajas fisiológicas -la nariz arrugada impide la inspiración de partículas potencialmente dañinas, mientras que los ojos muy abiertos aumentan el consumo de información visual útil para la evacuación- son mayores cuando los movimientos faciales se realizan pronto".

"Con el tiempo, y a medida que los humanos emigraban por todo el mundo, la diversidad socioecológica probablemente especializó expresiones faciales antes comunes, alterando el número, la variedad y el tipo de señales a través de las culturas."

El software Generative Face Grammar (Gramática Facial Generativa) desarrollado por Philippe Schyns, Oliver Garrod y Hui Yu, utiliza cámaras para capturar una imagen tridimensional de las caras de las personas especialmente entrenados para activar los 42 músculos faciales individuales de forma independiente.

A partir de esta información un ordenador puede generar expresiones faciales específicas o aleatorias en un modelo en 3D basado en la activación de diferentes Unidades de Acción o grupos de unidades, para imitar todas las expresiones faciales .

Modelo
Al pedir a los voluntarios observar el modelo realista mientras éste mostraba varias expresiones, y diciendo qué emoción se estaba expresando en cada caso, los investigadores son capaces de ver qué Unidades de Acción específicas asocian los observadores con emociones concretas.

A través de este método descubrieron que las señales de miedo/sorpresa e ira/disgusto se confundían en la etapa temprana de la transmisión y sólo se volvían más claras después, cuando se activaban otras unidades de actuación.

Jack asegura:
"Nuestra investigación pone en duda la idea de que la comunicación humana mediante las emociones comprende seis categorías básicas, psicológicamente irreductibles. En lugar de eso, sugerimos que hay cuatro expresiones básicas de la emoción".

Los investigadores tienen la intención de desarrollar su estudio observando las expresiones faciales de las diferentes culturas, incluidas las poblaciones de Asia oriental, que, como ya han confirmado los científicos, interpretan algunas de las seis emociones clásicas de forma diferente, poniendo más énfasis en las señales de los ojos que en los movimientos de la boca en comparación con los occidentales.