jueves, 13 de enero de 2011

Y Mónaco se hizo al mar


No, no es que Montecarlo haya decidido marcharse de viaje por el Mediterráneo y dejar a Francia sola.
Lo que ves es una imagen conceptual de un barco al lado del cual el Titanic sería poco más que una patera. El proyecto de Yatch Island Design, estudio británico, más que un yate de superlujo como el de Abramovic o un transatlántico es una auténtica ciudad flotante de 155 metros de eslora, que significa longitud en argot naútico… el ancho es la manga y la altura el calado. Las cuerdas son cabos, los barcos son embarcaciones o buques, no se llenan sino que se estiban. Ve aprendiéndolo si quieres subir a bordo, aunque primero tendrán que encontrar a quien se gaste 800 millones de euros en una réplica flotante de la ciudad de los Grimaldi, incluyendo circuito de carreras.
También hay que admitir que las carreras tendrán que ser en karts, pero tampoco está mal.
De hecho el proyecto de reinterpretación náutica de la ciudad-estado incluye lugares míticos del gran premio úrbano de Fórmula 1 con más tradición como la plaza del Gran Casino, los hoteles Paris y Loews y la legendaria Rascasse con su espectacular túnel. En la proa tendrá también su lugar el puerto Hércules, donde están la piscina y el jacuzzi, además de áreas deportivas con cancha de baloncesto y tenis.
La estancia del armador del paquebote, como no podría ser de otra manera, estará situada en una réplica del Palacio del Príncipe, un “modesto” camarote de tres pisos y casi 1.500 metros cuadrados, conectados con todas las cubiertas mediante ascensor privado. Los hasta 16 invitados tampoco podrían quejarse de estar mal acomodados, pues dispondrían de suites de entre 135 y 356 metros. Con una tripulación de 70 personas la estructura sería fundamentalmente de acero, con la superestructura en aluminio.