sábado, 28 de mayo de 2011

Del barco de esclavos al avión clase turista [ se parecen demasiado]


Al menos a los esclavos no los sometían a escáner corporal.
Pero bueno, empezando porque accedían prácticamente desnudos y sin equipaje a la embarcación poco podían llevar escondido. Resulta curioso y paradigmático la comparación del esquema de la sentina de un barco en el que los negreros llevaban esclavos al Nuevo Mundo y el de un moderno avión en el que se nos transporta también con cierto adocenamiento. Lo peor es que pagamos voluntariamente por ese confinamiento.
No trivialicemos el sufrimiento que incontables seres humanos padecieron bajo la crueldad de los traficantes de esclavos, pero hay que reconocer las grandes similitudes aparentes entre el esquema de distribución de un moderno avión repleto de turistas y el de un viejo barco cargado de esclavos.
Durante siglos las costas africanas se vieron unidas con las del Nuevo Continente por una macabra red de transporte marítimo de seres humanos arrancados del corazón del continente negro para ser esclavizados en las plantaciones, usados como mano de obra barata y tratados en general como animales. Eso incluía ser hacinados durante la travesía del océano como sardinas en lata en las bodegas de las embarcaciones según el esquema de la ilustración que Steven Heller, experto en ilustración y diseño gráfico, ha comparado recientemente con la más reconocible que muestra el interior de un moderno avión de pasajeros.
La comparación evidentemente se detiene en la similitud de la organización del espacio para su aprovechamiento de cara a dar cabida al mayor número posible de personas en el manor espacio.