jueves, 18 de agosto de 2011

El ser humano tiende a creer en dioses y en la vida después de la muerte

Los resultados de un proyecto internacional de investigación de tres años de duración, realizado en 20 países y dirigido por dos académicos de la Universidad de Oxford sugieren que el ser humano tendría una tendencia natural a creer en dioses o agentes sobrenaturales, así como en la vida después de la muerte. Estudios realizados con niños y adultos revelaron, por ejemplo, que personas de muchas culturas distintas creen instintivamente que su mente, su espíritu y su alma seguirán existiendo después de morir. A raíz de estos hallazgos, los investigadores concluyen que la religiosidad existe para favorecer la cooperación social y que nunca será fácil erradicarla, porque en ella hunde sus raíces el pensamiento humano.
Conclusiones
Según Justin Barrett, del análisis del porqué las creencias y las prácticas religiosas persisten en las sociedades de todo el mundo se desprende que los vínculos sociales que propician las religiones favorecen que los individuos cooperen como sociedades.
Por el contrario, añade Barret,
“hemos descubierto que es menos probable que la religión prospere en las poblaciones de las ciudades de países desarrollados, en las que ya existen potentes redes de apoyo social”.
Roger Trigg, por su parte, señala que
“hemos reunido un corpus de evidencias que sugieren que la religión es un factor común de la naturaleza humana, y que se produce en sociedades muy diversas. Esto supone que los intentos por suprimir la religión tenderán a tener una corta vida porque el pensamiento humano hunde sus raíces en conceptos religiosos, como la existencia de agentes sobrenaturales o dioses, y la posibilidad de que existan la vida después de la muerte o la vida antes del nacimiento”.