viernes, 26 de agosto de 2011

La cámara de cine cumple 120 años

Hace 120 años la oficina de patentes y marcas de los Estados Unidos de América recibía el expediente para registrar un curioso invento.
Consistía en un proyector que transformaba una pared en una ventana a la realidad en movimiento. Se trataba del cinematógrafo y Thomas Alva Edison se adelantaba registralmente a los hermanos franceses Auguste y Louis Lumiere y a otros dos hermanos, alemanes en este caso, los Skaladanowsky, que también tenían otro artefacto similar ya funcionando.
La concepción del invento del cine difería bastante a uno y otro lado del charco.
Mientras en USA se popularizaba en pequeños puestos de feria lo que pasaría a la posteridad con el nombre de nickelodeon, espectáculos en los que a cambio de una moneda de cinco céntimos el espectador disfrutaba a solas de un pequeño fragmento de película, en Francia el espectáculo era colectivo.
Se organizaban sesiones equiparables a las actuales exhibiciones comerciales de cine en las que un grupo de espectadores asistían en la misma sala a una proyección. La primera de este tipo terminó con el público corriendo despavorido para huir de un tren que se les venía encima.
En aquel momento la duración de las películas oscilaba entre 50 y 90 segundos. Si lo piensas es como los primeros vídeos de YouTube. Eran tiempos sin gafas 3D, salas multicine, sistemas de sonido envolvente… ¿cómo será el cine dentro de otros 120 años?