miércoles, 27 de octubre de 2010

El frigorífico solar mejora la vida en África y gana premios en todo el mundo


Un frigorífico simple cual botijo está suponiendo una revolución en las poblaciones que no tienen fácil acceso a la electricidad. Se trata de un frigorífico solar creado por una británica de 23 años y encima le ha llevado a recibir un premio por parte de los ganadores del premio Nobel.
Emily Cummins ha creado basándose en una idea muy sencilla, un frigorífico capaz de mantener los alimentos en su interior a 6 grados centígrados gracias a la evaporación y sin necesidad de electricidad.
El aparato consiste en 2 cilindros, el exterior hecho de un material sólido como la madera o el plástico y con agujeros, el interior de metal y sin agujeros. Entre ambos cilindros un material como la madera, la tela o la arena que pueda ser mojado. Los rayos de Sol calientan el material mojado y el agua se evapora recogiendo el calor de la cámara interna y por tanto enfriándola. Basta con seguir mojando el material para que siga funcionando.
Gracias a este invento que se está actualmente usando en África, la vida de sus habitantes ha mejorado bastante y Emily ha ganado varios premios, entre ellos el Oslo Business for Peace Honouree“, otorgado por un jurado de ganadores del premio Nobel a la gente de negocios con fines sociales, y ser nombrada en Japón una de los 10 jóvenes excepcionales del mundo de este año por la Junior Chamber International. Me pregunto que habría sido del inventor del botijo si hubiera vivido en el año 2010.