viernes, 22 de octubre de 2010

Ya planean un viaje a Marte… pero con billete solo de ida

Los militares tienen sus cosas buenas y sus cosas malas, como todo en esta vida.
Parafraseando las típicas frases de la publicidad cinematográfica podríamos anunciar “de los mismos que inventaron Internet, de los mismos que juraron y perjuraron que había armas de destrucción masiva, ahora llega el viaje definitivo”.
Y es que DARPA, la Agencia de Desarrollo de Programas Avanzados de la Defensa de las fuerzas armadas de USA, está planeando viajes tripulados a Marte, pero a diferencia de lo que sucedió con las misiones de la NASA a la Luna ahora la idea no es ir, plantar la bandera, echar la foto, coger una montonera pedruscos y volverse corriendo. Ahora van… para quedarse.
El nombre de este proyecto conjunto de DARPA con la NASA no puede tener un nombre más rimbombante ni descriptivo: “La nave espacial del centenar de años”.
Un ferry espacial capaz de transportar a un gran número de humanos a Marte, pero sin billete de vuelta. La idea es que al menos los astronautas que emprendan el viaje se queden allí hasta el fin de sus días, sus descendientes, en su caso ya sí tendrían la opción de volver a… bueno, iba a decir a casa pero claro, para ellos Marte sería su hogar, los hijos de esos primeros colonos terrestres podrían llamarse con toda propiedad marcianos.
Este cargamento de colonos irían provistos de todo lo necesario para establecerse en la superficie marciana y ser autosuficientes y poder aprovechar los recursos del planeta rojo. Por supuesto el proceso de selección sería exhaustivo y singular. Si para un viaje de unas horas en avión ya te pasan hasta por el escaner corporal, no quiero ni imaginar qué pruebas le harían a los candidatos a colonos marcianos, ríete tú de “Desafío Total”.
Uno de los aspectos en los que se está trabajando, de los muchos (y nada sencillos) que hay que tener en cuenta, se refiere al coste del proyecto. Una primera estimación cuantifica la inversión necesaria para enviar a estos colonos (sólo ida) en diez mil millones de dólares. Lo primero que se quiere hacer es rebajar el coste hasta “tan solo” mil millones de dólares. Entonces empezamos a hablar.