martes, 5 de octubre de 2010

La chica que sobrevive gracias a que digiere su propio fluido cerebral


Melissa Peacock. Esta chica (que ahora tiene 17 años) apenas podía salir a la calle por culpa de los dolores que le producía el aumento de la presión intracraneal.
El excesivo aumento del líquido intracraneal (que aparece cuando el propio cuerpo es incapaz de drenar dicho líquido fuera del cráneo) provoca un desplazamiento anómalo del cerebro. Melissa, además de los dolores padecía también de visión borrosa y, si no se hubiera tratado, hubiera fallecido.
En total los médicos le sometieron a nueve operaciones para drenar el líquido cerebral, pero, desgraciadamente, esas operaciones no fueron suficientes por lo que decidieron tomar una decisión drástica: drenar directamente su fluido cerebral al estómago. De esta forma, se aseguraban que la presión intracraneal no fuera excesivamente alta, y efectivamente, gracias a dicha idea Melissa vive hoy una vida normal. En sus propias palabras:
“Mis amigos piensan que digerir el líquido de mi cebrero es un poco extraño, pero como mi calidad de vida es mucho mayor desde la operación, no me importa. Anteriormente sentía que mi visión era como ver constantemente a través de unos cristales empañados. A veces, ni siquiera podía ver nada”.
Lo más increíble es que el tubo que va desde el cerebro a su estómago está totalmente en su interior, pues antes llevó uno que hacía el mismo recorrido por el exterior de su cuerpo, pero le provocaba ampollas.