miércoles, 5 de febrero de 2014

El primer 'marrón' del CEO Nadella: tumbar al inmortal Windows XP

¿Tiene que ser un producto lo mejor que pueda desarrollar una marca? Qué pregunta más tonta, ¿verdad? Pues parece que no tanto. La manida obsolescencia programada tiene mucha más importancia para las firmas de la que pudiéramos pensar, y en los productos de consumo de alta rotación, hay que asegurarse de que las versiones posteriores superen a las previas y así animar al cliente a renovar. Este elemento es más complicado cuando el desembolso es elevado (por ejemplo, un coche) pero... ¿y cuando se trata de un sistema operativo?
En este caso cabe pensar que los usuarios irán actualizando sus sistemas de una forma más o menos lenta pero segura hacia las nuevas versiones hasta lograr que la vieja quede siendo un reducto olvidado y la nueva domine el grueso de la tabla de los usuarios de la plataforma. En este sentido, la tasa de adopción de usuarios hacia las nuevas versiones sirve como termómetro para que los grandes luzcan músculo. Pero cuando las opciones posteriores no terminan de convencer, la plataforma antigua se convierte en un incómodo compañero de viaje. Que se lo cuenten a Microsoft y Windows XP.

A mediados del año pasado nos hicimos eco de la feroz resistencia de los usuarios de esta versión del sistema operativo que sigue aferrado a los ordenadores y no estamos hablando de un número anecdótico de ellos: Net Applications estima que cerca de un 30% de los PC siguen anclados con una versión de Windows de, sujétense, octubre de 2001.

Windows XP gana usuarios
Uno podría pensar que da lo mismo, que XP sigue siendo un producto de la casa y que sería mucho peor si ese grueso de usuarios hubieran emigrado a plataformas rivales, pero lo cierto es que esta vieja versión se ha convertido en un serio problema para la firma de Redmond. Sin duda, una de las grandes patatas calientes que se encontrará el nuevo CEO Satya Nadella y con una complicada solución. ¿Qué hacer con este grupo de irreductibles que se resiste a cambiar? La primera medida está ya tomada: obligarles a abandonar.

A partir de abril de este mismo año Microsoft deja de dar soporte a una versión del sistema operativo que sigue siendo usada por una tercera parte de su base activa de clientes. Una medida que no gustará a nadie, pero que se ha convertido en trágicamente necesaria. Es como ese incómodo familiar que se emborracha en una boda y habla más de la cuenta. Hay que echarle, pero nadie sabe realmente cómo. Pero si creíamos que ese grupo de irreductibles era la peor noticia, todavía soplan vientos más fríos para Microsoft.

Resulta que el último informe precisamente de Net Applications ha desvelado un dato que habrá hecho palidecer a más de uno en la casa: Windows XP gana usuarios en la última medición. ¿Cómo? ¿Una versión del sistema operativo con más de diez años en sus espaldas crece? Pues eso dicen los números, pero el dato resulta tan sorprendente que despierta suspicacias.

PC World ha sido el primero en advertir que el método empleado en la medición no es infalible: la letra pequeña alerta de que el estudio contiene datos más antiguos que
"todavía no han pasado el control de calidad",
con lo que es posible que XP no hubiera crecido como se afirma. Aunque eso no dejaría de ser algo anecdótico: el problema real sigue siendo esa porción del pastel que no termina de hacerse más pequeña. La paradoja es evidente: la china en el zapato de Microsoft no es de una fabricante rival sino fuego amigo.

¿Era XP demasiado bueno o sus herederos un desastre?
Ni una cosa ni la otra, pero posiblemente se trate de una combinación de ambas circunstancias. Aunque la fecha de caducidad definitiva de la plataforma sea en cuestión de meses, existe la posibilidad de que XP siga aferrado a la vida aunque sea sin soporte. Este espantoso panorama para la firma fundada por Bill Gates es contemplada por Google, que ha decidido estirar el soporte de Chrome para XP durante un año de gracia adicional.

El infortunio que persigue al gigante estadounidense con este producto redondo ha subido a lo más alto en Reddit, donde los lectores comparan la situación con la vivida por Sony con la PS2, que todavía sigue dando guerra y restando volumen de negocio a los modelos posteriores de la consola. Pero lo cierto es que Microsoft tiene que pasar página y ya no sólo para mejorar los números de las versiones posteriores, sino por un dato real que destaca Jay Paulus, responsable comercial de Windows: XP no está preparado para los tiempos actuales.

"En la época en la que salió al mercado el wifi estaba muy poco extendido y el discman se usaba muchísimo",
destaca, aludiendo a una de las grandes amenazas para el usuario de seguir aferrado a una plataforma vintage: la seguridad. La versión inmortal no está preparada para proteger en condiciones al usuario y éste debe dar el paso por su propia seguridad.
“La gente tiene que dar el paso, ahora es el momento y queremos que sean muchos los usuarios que migren antes del fin de soporte. Es lo mejor para ellos”,
concluye Paulus.