La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido en repetidas ocasiones que escuchar música con auriculares a un alto volumen tiene como consecuencia unos negativos efectos en el sistema auditivo. Diversos estudios van más allá al asegurar que, si se mantienen estos perniciosos hábitos durante años, puede llegar a causar sordera.
Las recomendaciones para evitar estos daños auditivos suelen ser demasiado vagas, por lo que el Instituto de Investigación Auditiva MRC ha realizado una serie de experimentos para determinar cuál es el límite de decibelios para escuchar música sin riesgos. Asimismo, ha elaborado una serie de consejos que podrían ayudar a prevenir e, incluso, revertir los daños.
La primera conclusión de la investigación es que lo auriculares no son los culpables, por sí solos, de la pérdida de audición, sino que lo hacen en combinación con otros factores o predisposición genética de cada uno. La mayoría de reproductores alcanzan entre los 95 y los 105 decibelios, lo suficiente para dañar temporalmente la audición (provocando una especia de zumbido) con tan solo 15 minutos de escucha. Lo ideal para correr los menos riesgos posibles sería escuchar música por debajo de los 80 u 85 decibelios.
Protege tus oídos
Por otro lado es aconsejable no exponerse prolongadamente al ruido, tomando ciertos descansos cada dos o tres horas, buscando un sitio silencioso, para que la membrana del tímpano se relaje y no sufra tanto. Si no es posible hacer alguna de estas pausas (por motivos laborales, por ejemplo), la solución pasa por el uso de tapones.
El placer que pueden reportar las audiciones a un alto volumen puede ser demasiado tentador, reconocen los autores del informe, pero advierten que es contraproducente al cabo de pocos años porque se perderá la sensibilidad para percibir matices y tonos. Si se quiere seguir disfrutando de la música a lo largo del tiempo, la única manera posible pasa por ser más cautos con el volumen desde la adolescencia.
Los últimos avances científicos en esta materia se han centrado en la búsqueda de un tratamiento contra la sordera, que podría pasar por la regeneración de la mielina (las membranas aislantes de las fibras nerviosas auditivas). Sin embargo, de momento sólo se ha identificado el camino para revertir la sordera, pero no el tratamiento. Por tanto, de momento deberemos concienciarnos que lo mejor es prevenir.
¿Se puede recuperar la audición?
La vitamina C es uno de los métodos que más podrían ayudar a proteger la audición, como se concluye en el estudio Antioxidant vitamins and magnesium and the risk of hearing loss in the US general population, recientemente publicado en el American Journal of Clinical Nutrition. Asimismo, el Instituto de Investigación Auditiva MRC insiste en la necesidad de elegir auriculares de buena calidad.
Durante los últimos años los problemas de audición se han incrementado considerablemente, sobre todo entre los jóvenes, por motivos que guardan cierta relación con el uso de auriculares. Estos daños se producen cada vez a edades más tempranas y en todo el mundo se calcula que hay cerca de cien millones de personas que presentan síntomas de sordera. Unos datos que deberían hacernos reflexionar la próxima vez que nos sintamos tentados a escuchar música a todo volumen.
